| Summary: | Durante el 2000 el gobierno del presidente Abdurrahman Wahid ha obtenido resultados disímiles. Por un lado ha aplicado importantes y valientes reformas en el ejército a fin de disminuir su enorme poder, así como en el sistema judicial, en extremo corrupto. Sin embargo, tales reformas se han visto obstaculizadas por las reacciones que provocan en los grupos poderosos perjudicados por ellas. Pero por otro lado, el presidente ha sido criticado por su actuación personalizada porque no toma en cuenta a su gabinete, y por el descuido de la economía. La violencia regional se ha recrudecido, especialmente en las Molucas y Aceh, en parte atizada por grupos opositores al presidente. La economía ha continuado recuperándose, logrando un incremento del PIB y de las exportaciones. No obstante, existen cuellos de botella como la restructuración bancaria y la deuda corporativa, que están siendo resueltos con lentitud y que representan una amenaza para la recuperación en el futuro.
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