| Sumario: | La tasa de crecimiento de la población latinoamericana ha aumentado en los últimos 30 años. Ese aumento principalmente obedece al descenso en la mortalidad, en tanto que se han mantenido a elevados niveles las tasas de fecundidad. La inmigración internacional ha sido un factor secundario de este proceso. Todo esto ha significado un rejuvenecimiento de la población y un incremento de las tasas de dependencia. La migración rural-urbana ha ido más allá de las tendencias y oportunidades de empleo abiertas por la industrialización, lo que ha contribuido a crear problemas de marginalidad y subempleo. Por otra parte, el nivel del ingreso y la condición social de la mayoría de la población latinoamericana (educación, vivienda, convivencia familiar) no parecen estar mejorando sustancialmente. Tampoco se avanza con suficiente rapidez en las reformas estructurales que son necesarias para acelerar el desarrollo económico y social de los países de la región. La dimensión y las características del problema demográfico con relación a la coyuntura de desarrollo constituyen un fenómeno no igualado hoy en ninguna otra área en vía de desarrollo.
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