Del nombre árabe y sus misterios. Especulaciones y creencias sobre las propiedades augurales de la onomástica árabe

Nomen est omen. La creencia en “el poder de las palabras” fue en la antigüedad algo más que una simple metáfora redentora. Desde el verbo de Isis “que hace revivir a los muertos” a la terrible imprecación de Oseas “los mataré con las palabras de miboca”, la literatura antigua arroja multitud de ejem...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Buendía, Pedro
Formato: Online
Idioma:español
Editor: El Colegio de México 2009
Materias:
Acceso en línea:https://estudiosdeasiayafrica.colmex.mx/index.php/eaa/article/view/1958
Revista:

Estudios de Asia y África

Descripción
Sumario:Nomen est omen. La creencia en “el poder de las palabras” fue en la antigüedad algo más que una simple metáfora redentora. Desde el verbo de Isis “que hace revivir a los muertos” a la terrible imprecación de Oseas “los mataré con las palabras de miboca”, la literatura antigua arroja multitud de ejemplos de cómo los antepasados entendían la realidad del verbo como cosa tangible y contingente; y que existía un vínculo directo, causal, casi físico, entre la cosa nombrada y su palabra. J. G. Frazer dedicó célebres páginas a ilustrar esta creencia en las propiedades mágicas de los nombres, en el temor a pronunciarlos o escribirlos, en las consecuencias venturosas o funestas de su uso.