| Summary: | La situación de China puede ser caracterizada por un tenso equilibrio producido por el proceso continuo de reformas en la compleja realidad social y política del país. Los indicadores macroeconómicos continúan arrojando resultados muy alentadores sobre el desarrollo del país, sin que por ello el Estado no esté atento al surgimiento de graves problemas, de cuya solución depende el éxito de las reformas en el mediano plazo y, por ende, la estabilidad política y social. Políticamente la expectativa en relación con el reacomodo del liderazgo pos Deng Xiaoping no sólo se refleja en los movimientos políticos de la cúpula en el poder, sino en la percepción de la población que especula sobre la posibilidad de cambios que le afecten.
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