| 總結: | A medida que se acerca la fecha de cambio de soberanía de Hong Kong, el nerviosismo y la incertidumbre crecen en el territorio. El pueblo no ve una señal clara sobre lo que el futuro gobierno chino intentará hacer después del 30 de junio de 1997. A esto han contribuido las declaraciones contradictorias de los representantes chinos en Hong Kong y de los líderes en Beijing. Por un lado, afirman que las libertades de las que goza Hong Kong serán respetadas, imperando realmente la vida civil y política en el territorio; y por el otro, lanzan amenazas en contra de los demócratas, de los periodistas y de todos aquellos que se atreven a pedir que se escuchen sus puntos de vista, argumentando que atentan contra la seguridad y el orden. Han ignorado a los del Partido Demócrata pese a que en ocasiones se ha buscado un acercamiento.
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